Y es que, nada más lejos de la realidad, aunque claro, también es conveniente advertir que esto de los frutos secos es como todo…no porque sean buenos voy a comerme 1 kg. cada día…
Teniendo en cuenta lo anterior debemos saber que un consumo regular y moderado de frutos secos resulta de gran ayuda a la hora de llevar una alimentación sana y una salud a “prueba de bombas.
Los frutos secos aportan grasas poliinsaturadas, las buenas, que son fuente de ácidos grasos saludables y positivos para nuestro organismo.
Y todo ello teniendo en cuenta además el gran aporte de energía que otorgan a los deportistas, razón por la cual suelen ser eliminados de las dietas de control o pérdida de peso.
Entre los muchos y saludables componentes de los frutos secos destacan las vitaminas B y E, el selenio, el potasio, el cobre, el fósforo o el hierro, todos ellos recomendados para la prevención de enfermedades degenerativas.
También aportan mucho calcio, por lo que son especialmente recomendables deportistas, infancia, tercera edad, mujeres con menopausia y en general para todo el mundo, previniendo la osteoporosis, reforzando los huesos y favoreciendo el crecimiento en edades tempranas.
Y, lejos de lo muchas veces se ha argumentado, los frutos secos influyen en el control del colesterol y en la buena circulación sanguínea gracias a su alto contenido en ácido oleico y linoleico.
Hay muchos mitos sobre los frutos secos.Toda comida, alimentos o insumo debe de consumirse o usarse en la medida que sean buenos/nas para nuestra salud.